domingo, 2 de agosto de 2015

Misión en Asturias: ¡El segundo cuento del Oso, basado en hechos reales!

Hace años, visitando Asturias, recorrimos parte de una antigua vía férrea, transformada, en atención a que atraviesa una de las comarcas más oseras del Principado, en la Senda del Oso, experiencia que os recomiendo vivamente; allí, en un gran cercado, vivían entonces dos osas hermanas y ligeramente maduritas, por no decir viejas: Paca y Tola, creo que rescatadas de un circo, o algo parecido. En ese cercado de Proazas, junto con varias decenas de turistas, fuimos espectadores de los vanos intentos por cubrirlas que hacía Furacu, un enorme oso procedente de la reserva cántabra de Cabárcena, enviado por el Presidente de Cantabria, entonces y ahora, que no es pariente mío, pero que me cae muy bien, aunque sea un poco  bocas... alardeaba de haber cebado a Furacu con las famosas anchoas cántabras, las mismas que regalaba a Juan Carlos en sus visitas en taxi a La Zarzuela.

En la Senda del Oso, Proazas, Astúrias


Parecía que una de las hermanas se ponía a tiro; Furacu acudía solícito, con una  delicadeza insospechada en un bicho tan grande, mordía cariñosamente a la osa en el cuello, se disponía a entrar en acción... y la osa se alejaba, poniendo su trasero a buen recaudo; un "ohhhhh!" de decepción recorría la masa de turistas, y el pobre Furacu refrescaba sus ansias metiéndose en la piscina.. varias veces en nuestra presencia, se repitió la situación, defraudando nuestro deseo de que la cosa tuviese un final feliz, hasta que una cuidadora, dando el tema por imposible, empezó a tirarles manzanas desde el otro lado del cercado...



¡Venga, tonta...!
 



Imaginando situaciones para mi Oso, parece bastante normal que lo enviase a Astúries, a obtener un primer éxito allá donde su colega Furacu había fracasado; pero no podía hacerlo por su cuenta: la vertiente política del asunto requería hacer entrar en el relato a otros personajes. Así aparece por primera vez el Presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón, futuro amigo y jefe del Oso, que comparte alguna característica física y biográfica con el personaje real,  con el que tan solo había yo mantenido una breve, pero agradable, conversación, al serle presentado por un amigo común, o se cita de refilón al President Montilla, de la Generalitat de Catalunya, o al propio Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, que ejerciendo una responsabilidad anterior me había invitado amablemente a una Jornadas... ni que decir tiene que he tomado prestadas sus imágenes públicas bajo mi entera y absoluta responsabilidad, sin que en nada puedan o deban recoger mis personajes ninguna opinión o característica atribuibles a los reales...y en el improbabilísimo caso de que estos cuentos lleguen a sus oídos, espero que los acepten como una mera broma.

Igualmente, en el caso de Furacu...


¡Nada, tío, que hoy tampoco ligo...como si a ti no te hubiese pasado nunca!




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Misión en Asturias


 

 


 ¡Hombre, tú por aquí otra vez, con la cámara a cuestas…. Ya veo, hoy va la cosa de florecitas… pues cambia el objetivo, pon el tele, que queda más natural, y me haces dos posados ahí en la ladera, sácame el lado bueno, y luego ven aquí, que te voy a contar lo que me ha pasado, que, si no lo cuento, reviento…

¿Te acuerdas el día que nos vimos, que yo me iba tan contento porque había olido una hembra en celo…? Pues fui siguiendo el rastro, que cada vez se hacía más intenso, hasta llegar a un calvero en el bosque, donde alcanzaba ya niveles embriagadores, turbadores… cuando más turbado estaba –no te rías, cabrón-, cayó sobre mí una red, y un grupo de tíos con pantalones de pana, que me redujeron en un momento, no sin recibir una buena ración de mangazos por mi parte, que también tengo mi genio. Pero –perspicaz que es uno- ya me di cuenta de que había un ambiente distinto, como de más respeto, no se… ni siquiera comentaron lo gordo que se me había puesto el culo desde la vez  anterior… en un momento, me pareció vislumbrar, entre los árboles, varios Audis negros, tienen los jefes cerca –pensé-, veremos qué pasa…

Pues eso era, claro: me cepillaron para quitarme las brozas  y dejarme más aparente, y se plantó ante mí el mismísimo Presidente de la Comunidad Autónoma, ese, el de la barbita, buen zagal, majo… vosotros tenéis uno un poco soso, ¿verdad?... ¡Ah!, ¿que tú eres medio de aquí…? ya me lo parecía, por el acento, vamos, y que no te veo muy industrioso, si me permites… Pues eso; pidió a sus acompañantes que se apartasen a una respetuosa distancia, se sentó a mi lado, y entró rápidamente en materia:

Resulta que el Principado de Asturias tiene dos osas, dos hermanas un poco mayorcitas, que viven en un cercado en semilibertad –eso dijo, te lo juro, como si la libertad tuviese grados…- y están especialmente interesados en que se reproduzcan: los oseznos, tan simpáticos, tan entrañables –sobre todo, si no los tienes que aguantar tú-… venden mucho, ya se sabe. El Presidente de Cantabria, que es un bocas, les ha prestado varios años un colega, un tal Furaco, para resolver el tema: me pasa un dossier de prensa, y me quedo acojonado… ¡vaya tío!... es un armario, dicen que es medio grizly…. Bueno, pues mucha fachada, pero efectividad, cero: las osas siguen como Yerma, y los asturianos, que llevan gastada una pasta, ya se han cansado y piden resultados. En el último Comité Federal del partido, el Presi de Asturias le pidió al nuestro que le echase una manita, que a Montilla no se atrevía a pedirle nada porque lo veía un poco cabreado con lo de la Sentencia, y éste, que no sabe decir que no, dijo que bueno, y aquí me tienes a mí…

De todas maneras, la responsabilidad me abruma… intento una escapatoria, y le propongo que envíe al Consejero de Medio Ambiente, que es más grande que yo, pero me dice, susurrando, que no puede ser, que es del PAR y que, ya que no tiene ningún oso afiliado al PSOE, prefiere pedírselo a un independiente… ¡sutilezas de los gobiernos de coalición!... me coge por los hombros, me mira fijamente a los ojos, y me dice: “¡Hazlo por el Honor de Aragón!”

¡¡El Honor de Aragón!! Yo, que soy hijo de eslovena, y de padre a saber… que he nacido entre Andorra i l’Ariège, que me siento un ciudadano del Mundo… pero esas chorradas te afectan, te lo aseguro… es lo que tiene el Nacionalismo, que no necesita mucha cabeza, que es una cuestión de tripas… veo, en un momento, revolotear alrededor mío a Agustina, al Conde de Aranda, a Goya, a Ramón y Cajal, a Costa, a Conchita Martínez… Don Luis Buñuel me da un golpecito en la espalda… “¡Anda, zagal, que son dos polvetes, veinte le hubiese echado yo a Catherine Deneuve, si se hubiese dejado….!”  No puedo resistirme, me pongo firmes, levanto el morro, y grito con todas mis fuerzas: “¡¡Señor, si, señor, lo haré…!!”: el Presi me abraza, veo una lagrimita en sus ojos, y se despide de mí aplicando la Ley de Lenguas. “¡¡Muy bien, muchacho/ apa, noi/ entabán, mesache!!”

Enseguida entran los asesores de imagen: me dicen que me han bautizado –sólo para ésta operación, me aclaran- y que, a partir de éste momento, soy “Cachirulo”, y me atan un pañuelito a cuadros alrededor de la cabeza. Me siento un poco ridículo, me recuerda al japonés ese que canta jotas, pero me miro en el espejo, pongo las patas en jarras, y ya empieza a hacerme gracia el asunto…

A partir de aquel momento, qué te voy a contar: ruedas de prensa, tratamiento VIP, unas comidas que te mueres, un traslado en jet privado, una caja acolchada y climatizada, y, cuando me doy cuenta, ya estoy en Asturias, patria querida. Aquello es una pasada, está literalmente lleno de osos; huelo –nosotros ver, vemos poco; nos olemos- lo menos quince o veinte en la misma comarca, yo, que estoy acostumbrado a tener miles de hectáreas para mi solo, da un poco de agobio, no se cómo aguantáis vosotros el “Metro”… y, en medio de un cercado, con su piscinita y todo, me están esperando las chicas.

La primera impresión no es ni buena ni mala: simpáticas, un poco pasaditas de edad para mi gusto, mucho jijí, jajá, pero tienen toda la pinta de ser de las que, cuando bailas lentos, te ponen los codos y hacen la cobra. Feromonas no huelo ni una ni media, un poco a rancio, y a las gotitas de pipí que se les escapan cuando les cuento algún chiste. La mayor, además, fuma. Preveo complicaciones.

Pero lo peor son los espectadores. ¡Es increíble! Alrededor del cercado hay centenares de personas: veo ciclistas, con sus culotes amarillos o verdes pistacho, excursionistas con sombrero y bastones telescópicos, fotógrafos, montones de fotógrafos… ¡Niños! ¡¡Han venido con los niños! ¿Estáis locos? Me imagino la escena, ésta mañana, el papá diciendo a sus hijos. “¡Venga, terminad de desayunar, que tenemos que ir al campo, a ver follar a los osos!”, y el hijo mayor, protestando… “¡Los osos follando, otra vez, no, que es un palo, cuatro culadas y ya está,… prefiero quedarme en casa jugando con la consola…!” y la madre, conciliadora… “¡Venga, Jonathan, cariño, vamos a ver follar a los ositos, y luego haces un trabajo para Naturales, y, si te portas bien, te quito el filtro de Internet y puedes entrar en páginas de chicas…!” Ya no tenéis valores, ni sentido común, ni pudor… coreaban mi nombre. ”¡Cachirulo, cachirulo, oé, oé oé…!! No sabía dónde meterme, la verdad…

Por suerte, llega la noche. Viene también un veterinario, que les pone unas inyecciones a las mocitas, sale la luna llena, susurra el viento entre los árboles,  un cuidador muy alcahuete toca la armónica junto al río…, no voy a entrar en detalles… no, agudo, a mí no hay que ponerme inyecciones.. tenemos un truqui, tenemos un huesecito… si claro, en la minga, donde iba a ser, el os penis, bendito sea, bien se nos vale… ¡Ya te veo la cara de envidia, cabrón...! vosotros, mucha evolución de capacidad craneana, mucho pulgar oponible, y siempre os olvidáis de lo fundamental… ¡Lo que ahorraríais en viagra! ¡La ruina para los sicólogos argentinos, se acabaría aquello de “E’to, lo que vós tenés es un bloqueo emosional….”!.... total, bien, para que negarlo, la cosa salió bien: quedamos tan amigos, nos dimos los teléfonos, y a mi me devolvieron a Valle Añisclo, que se está de coña, y hay poca gente mirando…

Y ahora viene lo mejor: hace unos días me llegan las pruebas y…..¡¡Tachán!! ¡¡Dos de dos, chaval!!, para ser la primera vez, pas mal, ¿verdad? Y aquí no hay que hacer pruebas de ADN… ya las he llamado, y he quedado en pasarme para el bautizo… pero, el más emocionado, el Presidente: parece el abuelo: otra vez ha soltado la lagrimita, me ha abrazado, y me ha dicho que le pidiese lo que quisiera. Pero ya sabes como son los políticos, le he dicho que me haría mucha ilusión comerme un cazador, y enseguida han empezado los peros: que si generan muchos ingresos con  las licencias de caza y los permisos de coto, que si van armados y son peligrosos… pero me ha venido a decir que, si alguien encuentra a faltar un fotógrafo de Naturaleza, que ellos harán la vista gorda…. ¡¡No corras, coño, que es una broma…. Que te vas a matar…..!!

 

 


Julio 2010

 

 

 

 

 


 

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