miércoles, 18 de octubre de 2017

¡Taxi, taxi...!

Por circunstancias de la vida, leo las últimas páginas de una novela profundamente barcelonesa durante una breve estancia en Madrid...siempre viene bien una cierta distancia emocional para esas cosas...

No es ningún secreto mi preferencia por la obra de Carlos Zanón, no confundir con Carlos Ruiz Zafón, cuya obra no menosprecio, pero no sigo... esperaba su última novela, Taxi y, como cabía suponer, no me ha defraudado...

Me unen a Zanón afinidades digamos geográficas, y me separan años y experiencias: nos hemos movido por las mismas calles, con algo más de quince años de diferencia, ese microcosmos que tiene por eje la Avenida Virgen de Montserrat (ahora Mare de Déu de), ¡Jose, el prota, vivía en casa de sus padres en la Calle Arco Iris, cuántos, qué pocos la conoceremos...! Pero esos años de diferencia, y unas preferencias musicales muy distintas, nos sitúan en realidades paralelas... bueno, no tan paralelas... yo más bien en el primer Dylan, Paco Ibáñez y los cantautores de aquí, él en sus Clash, que escucho en éste momento, como homenaje a su "Sandinista!"... yo, que estuve a un paso de irme a Nicaragua, Sandinista de verdad, cooperante con AK en los momentos más duros de la "Contra"... también hay en su obra -y en ésta, con cierto protagonismo- referencias a la química recreativa que diezmó su generación, y de la cual me mantuve siempre al margen, dejando aparte cuatro porretes... pero nuestros pies han pisado la misma ciudad, la hemos amado, cada uno a su manera...

He ido leyendo criticas de su novela, sumamente elogiosas... como no podía ser de otra manera, todos hemos captado el evidente vínculo con la Odisea, descubriendo que, después de Homero -que igual ni siquiera existió-, poco más se ha escrito de nuevo sobre un personaje que afronta pruebas y más pruebas en un largo camino de vuelta a casa, aunque este Ulises no tenga malditas las ganas de volver a ver a su Penélope, folle mucho por el camino, Polifemo lo ponga a gusto -aunque él se vengue hundiéndole su cueva-, y su Telémaca con pecas solo se deja ver, lejana e improbable, al final...

Pero hay otro elemento en esta obra que salta a la vista de los iniciados: la atraviesa un profundo impulso pijoapartesco: Pijoaparte es el improbable apodo de un personaje de Juan Marsé, arquetipo del charnego desclasado que busca su lugar al sol en la sociedad -alta o media- catalana de Cataluña a través de una nativa, Pocahontas sin mazorcas ni pavos silvestres, pero sí con tortells de nata los domingos... esa pulsión que todos los charnegos de ley hemos sentido, en vano, vana como todas las fantasías, y que hoy tan bien ejemplariza ese diputado guapito de cara y de boquita de piñón, de tuit fácil, sueño húmedo de tantas jóvenes indepes, ninguna de las cuales osaría llevarlo a casa de su abuela, el día de Sant Esteve, a comer los canelones, por miedo a que se llevase las cucharillas de plata en el bolsillo de los tejanos de pitillo... Jose, que demuestra ser de buen diente en sus relaciones sentimentales -por llamarlas de alguna forma, aunque el él hasta lo más epidérmico tiene un hondo contenido sentimental- se rinde ante Llámamenat, su sueño de algo más allá, más allá de su realidad, y de ella le viene la más profunda decepción, esas decepciones que sólo pueden proporcionarnos las cosas que, por un momento nos han parecido al alcance, y luego se alejan... Zanón está inmerso en la tarea de dar continuidad a las obras detectivescas de Vázquez Montalbán; imaginaos con qué ganas estoy esperando ver el resultado de esa tarea, y creo -vamos, estoy seguro- que hay algunas cosas carvallescas en Jose... Carvalho, ese pijoaparte de manual...

Hay en la obra un cameo de Jesús, que, por momentos, recuerda al Jesús en el que todos estáis pensando. Y hay un momento terrible en que parece que una vena de la peor violencia, la que se ejerce sobre los inocentes, va a hacer su aparición... "¡No, otro "no llames a casa", no...!" casi gritas... pero la madre -Jose es un Ulises con madre, una madre de tupper, de esas que te amarran a la realidad- resuelve airosamente la situación, y respiras... ni siquiera Llámamenat se merece eso...

Tiene, por último, la novela uno de los finales más abiertos que recuerdo, uno de esos finales que están pidiendo a voces una continuación... una jugarreta del Destino ha roto el vínculo de Jose con su vida anterior: si Musil escribiese su obra ahora la llamaría "El Hombre sin Móvil", y lo dejamos, en dirección al Norte brumoso, en la compañía más sugerente -por la moza- e inquietante-por el mozo- que podamos imaginar, garantía de que sus problemas no sólo no han acabado, sino que acaban de empezar, y ya puedes apostar que nunca alcanzará ese reposo en las verdes praderas de la Bretagne... deja detrás cosas que, algún día, deberá resolver, una búsqueda que, sin duda, tendrá que afrontar, una madre de tupper... ¡porfa, Carlos, no nos dejes así...!

PD: el cabrón con pintas que hay en mí no puede desperdiciar la oportunidad de no pasarle una ni siquiera a Zanón: página 15: "apretando un poco demasiado el embrague": imposible; el Prius es automático... me lo confirma un taxista que conduce uno, un joven educado y leído; le recomiendo "Taxi"... si te he ganado otro "fan" -que seguro, si me hace caso- me perdonarás esta pequeña maldad...












jueves, 5 de octubre de 2017

Sindicalismo para esquiroles: ejemplos prácticos.


Cosas veredes, Sancho, que harán hablar las piedras... (apócrifa, atribuida a Don Quijote, quizás es de su cuñado)

Ha sido para mí motivo de honda satisfacción contemplar el espectáculo de mis excompañeros, funcionarios de la Generalitat de Catalunya, secundando como un solo hombre y una sola mujer, al igual que los heroicos proletarios bolcheviques de la Acería Putilov, ahora vendrá a hacer cien años, una jornada de huelga; si Isona Passola tuviese el temple de Eisenstein, y Lluis Llach el nervio y la furia de Shostakovich, ¡Qué hermosa obra de arte podrían legarnos, urdiendo tan épicos mimbres...!

Y la cosa es mucho más de admirar, porque, cuando yo formaba parte de él -y tampoco hace tantos años de eso- era un colectivo más bien comodón, manso, sufrido, pastueño... y me atribuyo una dosis de culpa, pues en el tiempo en que ejercí de representante sindical, encuadrado en el Sindicato de la Administración de la Generalitat, de Comisiones Obreras, es obvio que fracasé en mis vanos intentos de insuflar conciencia de clase y firmeza revolucionaria en sus corazones y sus mentes, por no mencionar otros órganos donde el vulgo sitúa habitualmente -sin ninguna base científica- dichos sentimientos.

Cuando, después de debatirlo en asambleas a las que solía asistir una fracción mínima de la plantilla, nos decidíamos a convocar una jornada de paro, a la hora del comienzo del horario laboral me constituía en piquete informativo unipersonal, en la puerta de mi Departament, con un fajo de papeles en la mano: era gracioso verme allí, de americana y corbata -no iba a disfrazarme de borroka para la ocasión; iba de diario-, intentando convencer a mis compañeros para que secundasen la jornada de "lucha"... una vez me pilló de esa guisa el Secretario General de la Confereración, José Luís López Bulla -también siempre correctamente vestido, por cierto- y se reía, considerándome "El piquete más elegante que había visto nunca"...

¿Eran efectivos mis esfuerzos...? escasamente... en una de esas ocasiones, poco antes de comenzar la jornada laboral, subí a dejar algo en mi mesa, y, ante mi sorpresa, descubrí que mis compañeros de trabajo se habían conjurado para llegar un cuarto de hora antes -cosa insólita, por cierto- para que, como uno me contó que se había dicho, "El Revi no se enfade..."... allí estaban, charlando y tomando café, sin atreverse a mirarme a los ojos... reconozco que es una de las pocas veces en mi vida en que perdí un poco los papeles, y les grite: "¡Ya que habéis venido para que no os descuenten el día, poneos a trabajar por lo menos, cabrones...!"... no me lo tomaron en cuenta y, en las siguientes elecciones sindicales, me votaron otra vez... y que conste que los sueldos que cobrábamos eran bajos, siempre por debajo de nuestras expectativas, por supuesto, aunque quizás no de nuestros merecimientos, pero no hasta el extremo de que una familia pudiese pasar hambre si, aquel mes, cobraba 29 en vez de 30 días... aunque también es cierto que cuando nos llegaba la nómina con el descuento a los cuatro rojos que habíamos parado, siempre te llevabas el susto... "¿C...., tanto cobro por día...?"

Pues bien; ha sido jubilarme yo -aunque ya hacía años que no ejercía- y esa alegre bandada de esquiroles que saltaban de pino en pino se ha transformado en manada de leones combativos, unidos tras sus sindicatos convocantes - alguno de los cuales ni tan solo me suena-, y han conseguido detener por un día la máquina de la Administración... cierto es, todo hay que decirlo, tras una jornada en que muchos de mis conciudadanos descubrieron, al igual que el joven Buda al abandonar el Palacio de sus padres, una de las crudas verdades de la vida; la policía pega... algunos ya lo sabíamos de antes, yo he visto pegar a policías de diversos regímenes y colores, y aún guardo el recuerdo de una carga de las CRS en las calles del republicano y democrático París que me puso los colgajillos en la garganta, pero, al parecer, para muchos felices mortales -felices hasta aquel día, por lo menos- el Domingo fue su Primera Comunión.

Tras mi asombro y mi admiración, viene mi reflexión... ¿Dónde fallábamos...? ¿En qué nos equivocábamos....? analizo, analizo, y llego a una conclusión, seguramente parcial y errónea... "Quizás, si les hubiésemos dicho que no les iban a descontar el día..."








miércoles, 4 de octubre de 2017

Monarquía Constitucional, para dummies

Más tranquilo mi feisbuck, después de la poda de amigos que me alteraban las coronarias, prosigo con mi verdadera vocación: instruir deleitando...

Del mismo director de "Francisco, el Papa que nos gusta a los ateos", algunos esperaban oir anoche a "Felipe, el Rey de España que gusta a republicanos e independentistas": craso error.

Ser Rey Constitucional es un chollo, no lo negaré; pero no deja de tener sus aspectos negativos: por ejemplo, no estimula nada, pero nada, la creatividad; debes ser repetitivo, predecible, moverte por carriles bien trazados... por eso los discursos de los reyes constitucionales suelen ser anodinos, auténticos coñazos, monumentos al gris.

Lo que hubiese creado una crisis institucional aún más profunda, si cabe, habría sido que, ayer, el rey se saliese de los argumentos y las posturas mantenidas, erre que erre, por el Gobierno de la Nación. Porque al rey, eso es obvio, no lo ha votado nadie, pero el Gobierno expresa una mayoría parlamentaria salida de las urnas. La única mayoría que fue posible. Otra cosa es que uno se pregunte por el por qué de tan curioso fenómeno, pero eso nos llevaría lejos...

¿Es el rey una marioneta...? ¿Es un muñeco de ventrílocuo...? Exactamente, no otra cosa.... la Constitución le añade unas cuantas competencias nominales, pero Dios le libre de intentar ejercerlas... en el Reino Unido, el Discurso anual de la Reina lo escribe el Primer Ministro -o los que le escriben el discurso al Primer Ministro-, todo el mundo lo sabe, nadie se llama a engaño... ella, luego, puede improvisar algo en las inauguraciones de exposiciones de flores, pero tampoco parece que se caliente demasiado los cascos. Ni falta que hace. En la Dinamarca del Norte, los que habéis visto "Borgen" ya sabéis lo que pinta el monarca...

¿Que la situación exigía un pronunciamiento más matizado...? No se me ocurre... a hacer eso, a intervenir un poquito más allá de la Constitución, a lo que tan aficionado era su bisabuelo Alfonso, se llamaba "borbonear": le costó el exilio. Malas lenguas afirman que su padre borboneó a Suárez; del resultado, el 23-F, nos acordamos todos... los que querían que el rey hablase, ayer quedaron satisfechos; hablar, habló. Pero dijo lo que dice el Gobierno, como no podía ser de otra manera... un Presidente de la República Española, con idénticas competencias constitucionales, hubiese dicho exactamente lo mismo. El Manuel Azaña de 1932, no me atrevo a afirmarlo: el de 1938, seguro...

Otra cosa es el tono... este hombre, forzoso es decirlo, no es la alegría de la huerta; no tiene un pelo de campechano... ayer su discurso fue deprimente; tenso, preocupado, no excesivamente seguro... exactamente como estoy yo, por otra parte... a ver si va a ser verdad eso de que está muy bien preparado; cuando, a tu alrededor, todos pierden la cabeza, y tú permaneces sereno, seguramente no has captado la auténtica gravedad de la situación...

Decía ayer un amigo que se había hecho el "Harakiri" en público. Dejando aparte la incorrección del término (se dice "seppuku"), no estoy de acuerdo: si tan bien preparado está, sabe perfectamente que su suerte está ligada, exclusivamente, a la Constitución de 1978; lo único que le separa de la cola del INEM es la vigencia de esa Constitución, y es normal que se obstine en defenderla: si vuelve a haber un consenso constitucional algún día, será en torno a alguna forma de República. Y, ni que decir tiene, yo votaré por ella. Lo cual no impide que, en el momento en que tantos y tantos lo ponen a parir, no considere justo escribir yo estas líneas,  desde mi solidaridad hacia el que es, en última instancia, un hijo de familia disfuncional...




lunes, 2 de octubre de 2017

Hobbes para dummies...

Con las imágenes de descalabrados del 1 de Octubre bien frescas, unas breves reflexiones sobre el tema:

1:- Estado democrático no es aquel que no ejerce violencia física sobre vidas y haciendas de sus ciudadanos; eso sería una ONG, pongo por caso; Estado democrático es el que lo hace única y exclusivamente en forma legítima y proporcional. Y en exclusiva; en un Estado democrático, nadie puede tomarse la justicia por su mano: la justicia -violenta- la monopoliza el Estado; desde el vigilante de zona azul que manda a la grúa para que te retire el coche hasta el Jefe del Estado Mayor de la Defensa que envía los F-18 a bombardear Belgrado. Si lo haces tú, te la cargas...

2.- Legitimidad indica eso, que una ley o una orden judicial son precisas para poder ejercer la violencia: no basta con el libre albedrío o el sentido común de los agentes encargados de, eventualmente, aplicarla. Instrucciones escritas, por favor, siempre que sea posible.

3.- Proporcionalidad; siempre, siempre, proporcionalidad. Y no es fácil navegar en esas aguas... un policía te dice: "¡Circule!"; tú contestas: "¡Vale, vale, pero sin avasallar...!"; el policía te abre la cabeza de un porrazo: mal, no proporcional, tarjeta roja directa. Tú eres moro, llevas un cinturón de botes de coca-cola envueltos en albal, se lo enseñas al policía y gritas: "¡Allahú akbar!"; el policía te cose a tiros; proporcional, claveles en el capó del coche y, tú, ajo y agua...

4.- Defensa; siempre puedes alegar ante la Justicia la falta de proporcionalidad en la respuesta del policía. No lo tienes fácil porque, en éste caso, juega en su favor la presunción de inocencia, eres tú quien tiene que demostrar que se ha pasado... los videos de móvil, y no digamos ya las go-pro- están revolucionando mucho este campo... De todas maneras, si eres moro y te han cosido a tiros, no hay video que valga, chaval...

5.- Todo eso debe saberlo muy bien todo el que vive en un Estado, es decir, todo el mundo. También los que aspiran a montarse estado propio. Pero esos ya lo saben... ¿recordáis en Conseller Puig que salía en "Polònia" con un bate de béisbol..? Deseo que el herido de ayer no pierda su ojo, pero tengamos presente que el primer ojo caído en una calle de Barcelona en democracia fue por culpa de una pelota de los Mossos que, como suele suceder en estos casos, se disparó sola...

6.- Si algún día te toca vivir en un estado no democrático -no lo descartes a priori-, la cosa se agrava: pero, en esencia, sigue siendo lo mismo: te toca correr: en la foto de Paco Elvira, Facultat de Ciéncies Económiques de Barcelona, circa 1970, estoy yo, en la parte baja de la imagen, mirando hacia atrás, corriendo delante de los "grises". El que mandaba a los que mandaban a los que mandaban a aquella gente no había ganado ningunas elecciones, sino una guerra civil, aunque justo es decir que había arrasado en dos referendums, dos... Mucho indocumentado afirma que aún no ha muerto... si fuese verdad, no lo podrían afirmar, por lo menos impunemente... con todos los defectos de lo de ahora, la verdad, me quedo con el Régimen del 78. Hasta hoy, que ya es decir...