miércoles, 4 de octubre de 2017

Monarquía Constitucional, para dummies

Más tranquilo mi feisbuck, después de la poda de amigos que me alteraban las coronarias, prosigo con mi verdadera vocación: instruir deleitando...

Del mismo director de "Francisco, el Papa que nos gusta a los ateos", algunos esperaban oir anoche a "Felipe, el Rey de España que gusta a republicanos e independentistas": craso error.

Ser Rey Constitucional es un chollo, no lo negaré; pero no deja de tener sus aspectos negativos: por ejemplo, no estimula nada, pero nada, la creatividad; debes ser repetitivo, predecible, moverte por carriles bien trazados... por eso los discursos de los reyes constitucionales suelen ser anodinos, auténticos coñazos, monumentos al gris.

Lo que hubiese creado una crisis institucional aún más profunda, si cabe, habría sido que, ayer, el rey se saliese de los argumentos y las posturas mantenidas, erre que erre, por el Gobierno de la Nación. Porque al rey, eso es obvio, no lo ha votado nadie, pero el Gobierno expresa una mayoría parlamentaria salida de las urnas. La única mayoría que fue posible. Otra cosa es que uno se pregunte por el por qué de tan curioso fenómeno, pero eso nos llevaría lejos...

¿Es el rey una marioneta...? ¿Es un muñeco de ventrílocuo...? Exactamente, no otra cosa.... la Constitución le añade unas cuantas competencias nominales, pero Dios le libre de intentar ejercerlas... en el Reino Unido, el Discurso anual de la Reina lo escribe el Primer Ministro -o los que le escriben el discurso al Primer Ministro-, todo el mundo lo sabe, nadie se llama a engaño... ella, luego, puede improvisar algo en las inauguraciones de exposiciones de flores, pero tampoco parece que se caliente demasiado los cascos. Ni falta que hace. En la Dinamarca del Norte, los que habéis visto "Borgen" ya sabéis lo que pinta el monarca...

¿Que la situación exigía un pronunciamiento más matizado...? No se me ocurre... a hacer eso, a intervenir un poquito más allá de la Constitución, a lo que tan aficionado era su bisabuelo Alfonso, se llamaba "borbonear": le costó el exilio. Malas lenguas afirman que su padre borboneó a Suárez; del resultado, el 23-F, nos acordamos todos... los que querían que el rey hablase, ayer quedaron satisfechos; hablar, habló. Pero dijo lo que dice el Gobierno, como no podía ser de otra manera... un Presidente de la República Española, con idénticas competencias constitucionales, hubiese dicho exactamente lo mismo. El Manuel Azaña de 1932, no me atrevo a afirmarlo: el de 1938, seguro...

Otra cosa es el tono... este hombre, forzoso es decirlo, no es la alegría de la huerta; no tiene un pelo de campechano... ayer su discurso fue deprimente; tenso, preocupado, no excesivamente seguro... exactamente como estoy yo, por otra parte... a ver si va a ser verdad eso de que está muy bien preparado; cuando, a tu alrededor, todos pierden la cabeza, y tú permaneces sereno, seguramente no has captado la auténtica gravedad de la situación...

Decía ayer un amigo que se había hecho el "Harakiri" en público. Dejando aparte la incorrección del término (se dice "seppuku"), no estoy de acuerdo: si tan bien preparado está, sabe perfectamente que su suerte está ligada, exclusivamente, a la Constitución de 1978; lo único que le separa de la cola del INEM es la vigencia de esa Constitución, y es normal que se obstine en defenderla: si vuelve a haber un consenso constitucional algún día, será en torno a alguna forma de República. Y, ni que decir tiene, yo votaré por ella. Lo cual no impide que, en el momento en que tantos y tantos lo ponen a parir, no considere justo escribir yo estas líneas,  desde mi solidaridad hacia el que es, en última instancia, un hijo de familia disfuncional...




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