jueves, 29 de noviembre de 2018

Buenas noticias sobre mi proceso de socialización

En la apasionante ruta hacia la más absoluta normalidad...

Siempre he sido rarito: no me ha importado demasiado, aunque no puedo dejar de pensar que me ha alejado de algunas satisfacciones normales... he tardado en poder autodiagnosticarme; creo que soy algo así como un Asperger desordenado, si ese síndrome ha sido ya descrito; hoy mismo se lo confesaba a Blanca, cuando, -¡por su culpa!- he tenido que retrasar siete minutos una de mis rutinas matinales... ¡Siete minutos...! "La vida es eterna en cinco minutos", cantaba Víctor Jara... ¡calcula en siete...!

Había en mi vida socioemocional y cultural dos grandes lagunas, dos carencias en principio incomprensibles, y que acentuaban el foso, ya de por sí profundo, que me alejaba del resto de mis conciudadanos y coetáneos: no me importaba el fútbol, y no veía series... en poco tiempo, casi milagrosamente, me encuentro en claras vías de superación de ambas carencias, y las lagunas empiezan a colmatarse...

Lo del fútbol era de traca; nunca he sentido el mínimo interés por el balompié: jugué -poco y mal- al Rugby, pero aprendí a quererlo y respetarlo y, para mí, que alguien sea o haya sido jugador de Rugby supone ya un indicio de fraternidad emocional: pero mis pocas experiencias con el fútbol como deporte fueron siempre decepcionantes, cuando no terroríficas -recibí un balonazo en mis partes que bien cerca estuvo de transformarme en eunuco, aún recuerdo a mis compañeros, a mi alrededor, animándome... "¡mea, mea...!"- y como espectador, ni que decir tiene, simplemente nulas: mi padre se empeñó en llevarme, en varias ocasiones, al campo del equipo del que era fiel seguidor, para descubrir, con desaliento, que me aburría como una ostra, no entendía nada, y sólo estaba interesado en los chupones de anís que me compraba...incluso una vez acompañamos en autocar a ese mismo equipo en un desplazamiento a Zaragoza, donde las turbas enfurecidas - ¿"habíamos" ganado?- amenazaron con tirarnos al Canal... es curioso, pero esa primera experiencia no consiguió enemistarme con Zaragoza, ciudad a la que profeso un profundo cariño, pero sí contribuyó a alejarme más del fútbol: aburrido, en el mejor de los casos, peligroso en otros...

Desde hace unos meses, por motivos estrictamente familiares, nos hemos convertido en seguidores de un equipo de fútbol. Y no de uno cualquiera, sino del mismo del que era hincha mi padre, tócate las narices, para que luego digan del Karma... es un equipo histórico, pero modesto, y eso ya me gusta, porque aporta un toque de distinción, en Barcelona ser seguidor suyo viene a ser, más o menos, como ser ateo en el Vaticano... incluso Blanca ha suspendido temporalmente su militancia "mainstream" y se ha puesto alarmas en el móvil para seguir sus éxitos y -¡ay!- desdichas... de momento"vamos" bien, sorprendentemente bien... "Ya vendrán tiempos peores", pienso yo, estadísticamente pesimista...  pero me ha hecho abrirme un poco a esas ignoradas pasiones, recordar que, de pequeñito, tenía un llavero con el escudo del club e incluso no descarto asistir a algún partido, si me invitan, especialmente al enterarme de que en la sala VIP tienen bocadillos y bebidas... para ser medianamente consecuente, en cuanto tenga un momento, prometo aprenderme el nombre de los jugadores, aunque me he llevado un susto al enterarme de que no son once -como cuando coleccionaba los cromos de Chocolates Ametller-, sino veintitantos...


Con las series aún era peor: no puedo decir que las ignorase -como el fútbol, están presentes en nuestras vidas por mil y un caminos-, pero, en este caso, es que no había visto ni un solo episodio de ninguna, si se exceptúa "Band of brothers", que mis hijos me habían regalado en DVD: me estoy refiriendo a las series buenas, a las americanas, a esas que dicen que son el Cine del Siglo XXI, que arrancan pasiones.. ¿Qué sabía de ellas...?  que "Los Soprano" iba de gansters, que "True Detective" iba de polis, que "Juego de Tronos" iba de reyes raros y con mala leche... en fin, lo incorporado a nuestro acervo cultural común... era seguidor de las que se habían colado en las televisiones digamos convencionales -especialmente de "The Big Bang Theory"- pero las restantes permanecían, para mí, envueltas en las brumas de lo desconocido... y lo malo es que, potencialmente, esas si me interesaban, pero me autocastigaba encerrado en un, en mí, poco habitual rechazo a la modernidad: generalmente me apunto a todo lo que suena a nuevo, cosas de ser progresista, digo yo, y andaba toqueteando ordenadores cuando muchos a mi alrededor creían que eran invento del Diablo...

Pues bien: tras ceder a los cantos de sirena de los comerciales de Vodafone, anteayer por la mañana un hábil operario nos puso fibra óptica en la tele, a primeras horas de la tarde me di de alta en HBO, y a media tarde ya me había metido en vena dos episodios de "Los Soprano".

¿Qué tiene en común mi vida con la de un ganster de New Jersey? A primera vista, más bien poco, pero confieso que Tony Soprano me resulta tremendamente próximo... ¡hasta nos llamamos igual...! quizás sus reacciones son un poco más violentas y primitivas que las mías -o yo no estoy acostumbrado a ponerlas en práctica- pero tenemos mucho en común,,, yo también hubiese llorado cuando se fueron los patitos, y también me "pone" su psiquiatra... lo único en lo que discrepo es en su gusto a la hora de elegir los nikis que me lleva... me he hecho el firme propósito de limitar su consumo a un episodio -o dos- al día, más o menos como con los polvorones, pero ahora sé que me costará mantener esa moderación...

¿Por qué HBO y no Netfix?, me pregunta Blanca... parece mentira que me pregunte esas cosas... porque estaba la primera en el menú de opciones disponibles, claro... "¡Pero en Netfix hay muchas más series...!", argumenta... las que hay en HBO no me las acabaré en la vida, pienso... luego me entero de que en Netfix está "Narcos"... ¿cómo voy a dejar de ver una serie en la que hay un tío que llama a sus enemigos "gonorrea"? intentaré aprovechar el periodo de un mes gratis... de momento, me concentro en HBO... ¿Reuniré el valor suficiente para sumergirme en "Juego de Tronos"...? ¡Winter is coming...!